¿Qué es una relación de pareja?
La relación de pareja es un vínculo sentimental de tipo romántico que une a dos personas. Al estar en pareja, una persona asume un compromiso con la otra. Las características de esta relación dependen de las personas que lo integren su cultura y la época.
Esta organización tiene por lo general un fin en común, este fin es diverso, puede ser formar una familia, procrear o bien para hacerse compañía y pasarlo bien. Cabe la posibilidad que la decisión de estar juntos no sea tan consciente y creamos que nos juntamos con alguien por una cuestión de azar, pero lo cierto es que siempre tenemos una intención profunda que nos mueve a compartir algo con alguien.
Conocer el fin, el motivo que me lleva a estar con él o ella es de vital importancia, porque si yo soy consciente de por qué estoy con alguien, significa que soy responsable de mi decisión, dueño de mis acciones y de mi libertad.
Estar en pareja significa dar y dejar que el otro se pueda desarrollar, respetando sus tiempos y sus espacios y viceversa.

¿Motivos por los que acudir a terapia de pareja?
Los motivos por los que una pareja decide acudir a una terapia son diversos, por lo general se observa malestar en la convivencia, discusiones, competencia, la rutina, la falta de sexo, poder decirle a alguien que escuche o las infidelidades son los motivos más comunes por los que una pareja decide ir a terapia para salvar su relación o para, al menos, intentarlo.
La clave está en ir cuando ambos miembros lo sientan necesario y tengan además los mismos objetivos, de nada vale si uno quiere recuperar la relación y el otro romperla.

¿Cuándo acudir a terapia de pareja?
La terapia es mucho más eficaz si se acude nada más observar el malestar en la relación, que si se deja pasar y pasar el tiempo hasta que el desgaste y la rutina pueda más que cualquier cosa. De hecho. el porcentaje de éxito de una terapia de pareja está en torno al 60%. Sin embargo, es mucho más alto si la pareja acude antes, como mucho, dos años después de que aparezcan los primeros problemas.

¿Beneficios?
Una terapia de pareja no sólo vale para recuperar la relación, sino también para tener una ruptura lo menos conflictiva y dolorosa posible. De modo que el objetivo de todo es que la pareja se comunique y resuelva lo que necesite resolver para sentirse mejor consigo mismo y con el otro, sea para recuperar la relación si ambos así lo desean, o bien para romperla de la mejor de las formas.
Las personas que acuden a terapia de pareja mejoran su estado de ánimo, además estas también experimentan mejoras en su salud y en su desempeño laboral.
Una terapia de pareja nos ayudará a conocernos individualmente y, sobretodo, nos enseñará a ser mejor como pareja en la actual, o en futuras relaciones, ya que en la vida estamos en constante aprendizaje y esto nos lleva a tener que modificarnos permanentemente.

¿En qué consiste?
La terapia tiene una estructura de 6 sesiones, en la primera se expone el motivo de consulta. A dicha exposición se le dedica por lo general dos sesiones, lo importante que quede claro para la pareja del porqué están en esta situación y poder desvelar si existe un motivo por el cual seguir juntos, es decir plantear un objetivo en común.
Las próximas dos sesiones, es decir la tercera y la cuarta son individuales. Cada miembro de la pareja se podrá explayarse y poner en palabras todo lo que le sucede, piensa, siente y hace, y sobretodo que es lo que quiere, su idea de pareja, sin ningún tipo de condicionamiento por su otro par.
La quinta y la sexta, son sesiones en pareja y dependiendo de lo que haya pasado en las sesiones anteriores se decidirán los siguientes pasos, concluyendo la primera etapa, evaluando y valorando los aspectos positivos y negativos que se han conseguido, si se ha producido alguna modificación en función del bienestar.
Breve desarrollo de la terapia
Lo primero que se hace en estas terapias es encontrar el verdadero problema. La mayoría de las parejas viene a consulta porque discuten mucho, pero detrás del ruido, hay conflictos sin resolver. Por tanto, lo primero que hay que poner sobre la mesa es el problema real por el cual la relación no funciona como antes. Hay que trabajar el diálogo frente al monólogo. Es decir, es necesario empatizar con el otro, escucharle, saber qué le ocurre realmente e intentar entenderlo. Por eso lo principal en terapia es enseñar a saber escuchar, ponerse en los zapatos del otro, aprender a comunicar lo que sentimos o nos molesta sin herir a la otra persona, responsabilizarnos de nosotros mismos, huir de la dependencia emocional, aprender a discutir, atender y cuidar la relación de pareja, y a poner unas bases para volver a ilusionarse.
Una relación de pareja sana puede ser muy beneficiosa para una persona, ya que abre las puertas a una serie de experiencias imposibles de vivir en soledad. Por otro lado, también es cierto que algunos disfrutan de no compartir su vida, otros sienten que en pareja todo es más fácil, todo se disfruta más; para éstos últimos, por lo tanto, tener a su media naranja es un regalo invaluable.
Continuando en este cuadro positivo y libre de las infecciosas cargas de la sociedad, una relación de pareja hace que los problemas resulten menos pesados, ya que se enfrentan con la ayuda del otro, y que los momentos agradables se potencien, porque la felicidad tiene esa particularidad de crecer si se comparte.